Poderoso bienhechor Don Juan de la luz,
que por tus merecimientos y buenas obras
ahora estas junto a Dios Padre,
gozando de su compañía
y ayudando y protegiendo a quienes solicitan
tu socorro y amparo.
Bienhechor Don Juan de la Luz,
te suplico me des un rayo de tu luz
para yo poder ver entre mis tinieblas
lo que el destino me tiene reservado
y así poder prepararme para evitar todo daño
que intenten contra mí mis enemigos.
Oh! Maestro de la sabiduría,
Oh! Maestro de la sabiduría,
tócame con el gran resplandor de tu luz
para despertar a mi inteligencia,
que por carecer de tu luz
que por carecer de tu luz
soy prisionero de mi ignorancia,
que me tiene indeciso y humillado
y con tu rayo de luz podré desarrollar
mis facultades corporales e intelectuales
poder llegar a la cumbre de mis ideales,
para poder conseguir todo lo que ansío.
Don Juan de la Luz,
Don Juan de la Luz,
protege e ilumina mi presente,
y dame fuerza y conocimientos
para poder labrarme un buen mañana
donde la abundancia, el éxito y la prosperidad
siempre me acompañen.
Amén. +
Amén. +
Pedir lo que se quiere conseguir.
Hacer la oración tres miércoles seguidos,
encender una vela amarilla o dorada cada miércoles.
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