Virtuosísimo san Cipriano, obispo de Corinto,
bendito cuidador y protector de los hombres,
acudo a ti y te pido, por la gloria que ahora gozas,
y por tu muy poderosa y valiosa mediación,
cuides y protejas mi persona, mi familia
así como a la gente querida que me rodea,
guía nuestro caminar, levántanos si caemos,
bendito cuidador y protector de los hombres,
acudo a ti y te pido, por la gloria que ahora gozas,
y por tu muy poderosa y valiosa mediación,
cuides y protejas mi persona, mi familia
así como a la gente querida que me rodea,
guía nuestro caminar, levántanos si caemos,
danos las bendiciones que necesitamos para ser dichosos,
aleja aquello que nos cause desazón, angustia y malestar,
retira de nuestras vidas lo que no sea positivo
y no permitas que nada ni nadie nos dañe o perjudique,
no dejes que los obstáculos, las barreras o malas personas
nos impidan avanzar hacía nuestras metas y prosperar.