¡Oh, Virgen del Carmen, Madre Santísima
gloriosa fuente de bondad, de gracia y de misericordia!,
mi abogada, protectora y consuelo ante la adversidad,
acudo a tu esplendido Corazón solicitando ayuda,
te ruego, Señora mía, me mires como amorosa Madre,
y hagas llegar mis peticiones a los Cielos.