NIÑO JESUS DE PRAGA ORACION MUY MILAGROSA PARA CASOS IMPOSIBLES (AMOR, SALUD, DINERO, TRABAJO)

¡Oh mi amoroso Niño Jesús de Praga!,
santo niño milagroso que concedes tus favores,
que no dejas sin atender a quien a ti acude
con sus peticiones y ruegos,

 yo recurro ante tu Imagen con toda mi esperanza,

 y te ruego por Vuestra Santísima Madre,
por los Ángeles y Santos del Cielo que siempre te rodean,
derrames sobre mi tus bendiciones
y escuches benigno mis pesares.

Hermosísimo Niño Jesús de Praga,
Dios y Salvador nuestro,
te pido por esta Sagrada y milagrosa Imagen
a través de la cual concedes tantas gracias

 me asistas en este problema tan grande
que me aflige y atormenta
y que no me permite tener paz y sosiego
y que con mis pobres medios
me resulta imposible solucionar:

(decir el problema o necesidad). 

 
 Porque creo firmemente

 que tú, mi Niño amado, puedes socorrerme
y alejar de mi tanto infortunio,
te pido desde lo mas profundo de mi ser
recibas en tus manitas mis demandas
y conviertas en alegrías mis tristezas.

Niño milagroso lleno de poder,

 oh Jesús bendito, yo suplico tu compasión

 y te pido con inmensa fe me concedas:

(decir lo que se desea conseguir).

 Santísimo y prodigioso Niño
espero con confianza obtener, 
por la mediación de María Santísima 

y del bondadoso Patriarca san José
tu Santa Gracia y auxilios,  
y la asistencia especial que he solicitado en esta oración  

Santo Niño, soberano Señor y Rey de reyes,

 con todas las fuerzas de mi alma te alabo y venero
 y por tu misericordia y por tu generoso Corazón
y agradezco que estés presente en mi vida
pues en ti encuentro alivio y esperanza.

 Oh Niño de Praga por tu amor,
por la bondad y cariño que siempre nos das,

 te prometo amar a mis hermanos como a mi mismo,
alejarme del pecado y no dejar de amarte;
y por los méritos de tu divina infancia
quiero implorarte que guíes mis pasos hacia el bien,
que escuches benigno mi oración
y me bendigas, socorras y consueles, 
y atiendas y despaches favorablemente mis suplicas. 

Así sea. + 

Rezar el Credo, Padrenuestro, Avemaría y Gloria. 

Repetir tres días seguidos la oración y los rezos.